jueves, 25 de octubre de 2012

¡Has sido adoptado por Dios!

                                                          Habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos ¡Padre!. El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos.
                                                           Los padres adoptivos saben lo que es tener un vacío en el corazón,buscar, embarcarse en una misión y responsabilizarse de un niño con un pasado turbulento y un futuro incierto. Eso mismo hizo Dios contigo. Aunque sabía de sobra que le darías problemas y le costarías caro.Él te buscó, te encontró, pago el precio, te llevó a Su casa, te dio Su nombre y el derecho a llamarle "Papá", un término muy cariñoso.
                                                          La adopción no es algo que ganas sino un regalo que recibes. Nunca oirás decir a unos padres adoptivos; "Queremos adoptar a Juanito,pero primero queremos saber si tiene una casa, dinero para pagarse los estudios, transporte escolar y ropa que ponerse" La Agencia de adopción les diría; Un momento, ustedes no lo adoptan por lo que tiene, sino por lo que necesita, Y lo que necesita es amor,esperanza y un futuro. No se puede ganar la adopción si no que se recibe con esperanza y con fe. Este es un concepto fundamental, porque significa que si no lo puedes ganar con tus esfuerzos sobrehumanos, tampoco lo perderás por mal comportamiento.¡ Y eso debería tranquilizarnos! Pero hay algo más, eres heredero de todo lo que posee tu Padre. Es decir, que nunca tendrás una necesidad que Él no pueda suplir.¿No es fantástico?
        

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