viernes, 16 de febrero de 2024

No pretendas controlarlo todo (1)

                         Sin dominio propio, acabamos haciéndonos daño, pero si nos volvemos excesivamente controladores, eso indica que no confiamos lo suficiente en Dios. En última instancia sólo Dios determina nuestro futuro. Por eso: "Confía plenamente en el Señor, y no te fíes de tu inteligencia. Cuenta con Él en todos tus caminos  y Él dirigirá tus senderos". Si sabes que te gusta controlar todo detalle y aspecto de la vida, intenta usar las siguientes estrategias para desarrollar la mentalidad apropiada:  1) Entiende que no eres un ser independiente y autosuficiente. "...Somos Su pueblo, ovejas de Su prado". Las ovejas no pueden cuidarse a sí mismas; necesitan al pastor para que las alimente, las dirija y las proteja. Así somos nosotros. 2) Cuando suceda algo inesperado, responde siempre con calma. No hay nada que a Dios lo pille por sorpresa. Lo que parece una crisis, muchas veces es una oportunidad para demostrarte que te ama y que le importas. 3) Céntrate en lo interior y confía lo exterior a Dios. Una vez que estés convencido de que no puedes controlar la mayoría de las cosas extremas que ocurren, aunque si tu reacción ante ellas, dejarás de agobiarte por lo que se te escapa de las manos y lo inevitable. Respira hondo para ralentizar el flujo de adrenalina, ora para tus adentros y luego entrégale tu problema a Dios. Recuerda que Sus planes para tu vida no han cambiado. "Me viste antes de que naciera. Cada día de mi vida estaba registrado en Tu libro. Cada momento fue diseñado antes de un solo día pasara". No pretendas controlarlo todo. 

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