sábado, 17 de febrero de 2024

No pretendas controlarlo todo (2)

                                  Si sabes que eres excesivamente controlador, intenta hacer lo siguiente: 1) En lugar de tenerle pavor a la impotencia, acéptala como algo que te fortalece. Ésta te predispone a ser testigo del poder de Dios, porque: "....mi poder se perfecciona en la debilidad ". Ríndete y deja a Dios que actúe: 2) Sé pronto en reconocer tu impotencia delante de Dios.  El rey Josafat comprendió que su capacidad militar no era suficiente contra los tres ejércitos invasores, por lo  que oró: "¡Dios nuestro!....no tenemos fuerza con que enfrentar a la multitud tan grande que viene contra nosotros; no sabemos que hacer, y a Ti volvemos nuestros ojos". ¿Cómo acaba la historia? ¡Milagrosamente!. Los ejércitos invasores se destruyeron entre sí y los soldados de Josafat no tuvieron ni que luchar. Serás testigo de mayores milagros en tu vida cuando menos capaz te sientas y más confíes en la intervención de Dios. 3) Medita en las Escrituras que hablan de la soberanía de Dios y de la futilidad de intentar controlarlo todo. "Los dardos se tiran...pero la decisión depende del Señor". "El ser humano concibe proyectos, lo que prevalece es la decisión del Señor" "Él hace lo que quiere entre los ángeles del cielo y entre la gente de la tierra. Nadie puede detenerlo ni decirle: ¿Por qué haces estas cosas?". Relájate y confía en Dios, porque Él sabe lo que está haciendo, y es siempre para tu bien.  

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