martes, 29 de mayo de 2012

Salvar el matrimonio(sacado de un hecho real)

Existen en la actualidad,muchos matrimonios que celebran "las bodas
de plata" y algunos la de "oro", gracias a Dios. Pero también existen
muchos matrimonios que van a la deriva, ó están a punto de irse.
Les voy a hablar de un matrimonio,los cuales, se querian y se respetaban mutuamente,llevando ya bastantes años casados.Pero como es normal
en dos personas que conviven juntas mucho tiempo,existen sus diferen-
cias , y en este matrimonio el escollo más importante era el del enfoque
y la forma de educar a los hijos.
Tenía este matrimonio,una vivienda junto a la playa,de la cual gustaban
mucho, y al marido le agradaba pasear por la playa a primeras horas del
dia. Una cierta tarde y viendo los dos un programa de T.V.(habian terminadode tener una pequeña discusión) aparecía en dicho programa un
matrimonio que estaba separado, y se habian encontrado ese año para festejar el "cumpleaños" de su hijo.Viendo la situación, el marido no pudo 
reprimir las lágrimas y salió de la habitación para irse a llorar a otro lugar.
Al dia siguiente, y cuando por la mañana salió a pasear,no paraba de pregun
tarle a Dios que le diese una solución, ó que le enseñase el camino,pues al paso que iban.....no pudo terminar la frase.
Había paseado bastante , cuando se sentó al lado de la playa,con la cabeza
agachada, y sin darse cuenta sus ojos iban y venian siguiendo las olas, que llegaban a la playa y volvian sin parar.
Mientras, iban pasando otras personas paseando,que al pasar dejaban sus huellas marcadas en la arena.Cada vez que venian las olas esas huellas
desaparecian,pero al momento pasaban otras personas y dejaban nuevas
huellas,que a su vez las olas volvian a hacer desaparecer.
Como es lógico había huellas que casi no se apreciaban,pero había otras
que quedaban muy marcadas.Fuesen de la manera que fuesen, venian las
olas y lo dejaban limpio y llano.
De pronto,comprendió que ese era el mensaje que Dios le estaba mandan
do:que por muy profundas que fuesen las huellas de las pequeñas discu-
siones ó tonterias de la vida, Dios siempre estaría allí para borrarlas, que
él nunca les fallaria.
Dió un salto de alegria y se fué directamente a su casa, besó a su mujer
transmitiendole toda la paz y felicidad que llevaba consigo y eso sí ,le
pidió el desayuno.
Como es natural siguen habiendo pequeñas huellas, y alguna mayor,
 pero tienen la confianza en Dios que las borra acto seguido.



 

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