lunes, 8 de febrero de 2021

El avivamiento que necesitamos (1)

                                      Durante los próximos días vamos a hablar del avivamiento que hoy en día necesitamos en la iglesia.Primero, un avivamiento de vida.El verdadero avivamiento empieza con el reconocimiento sincero de que nuestra vida espiritual se ha vuelto aburrida, seca y hasta tal vez ha muerto. Ezequiel lo describe así: " La mano del Señor vino sobre mí, me llevó en el espíritu del Señor y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos...secos en gran manera y me dijo... Profetiza sobre estos huesos y diles: "¡Huesos secos, oid la palabra del Señor!...y mientras yo profetizaba se oyó un estruendo, hubo un temblor ¡y los huesos se juntaron, cada hueso con su hueso!...y entró espíritu en ellos, y vivieron y se pusieron de pie. ¡Era un ejército grande en extremo!".

                                      La visión de Ezequiel nos enseña las siguientes verdades: a) El avivamiento llega cuando reconocemos que no somos un cuerpo sano, ni bien conectado, ni estamos funcionando como deberíamos. b)Los servicios de nuestras iglesias se han vuelto demasiado formales y áridos. c) Debemos tener ha,mbre de la Palabra de Dios. Si no lo hacemos viviremos engañados y trataremos de justificar y razonar nuestra condición espiritual. Dios dijo a Israel, usando una imagen agrícola con la que estamos familiarizados: " Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho, porque es el tiempo de buscar al Señor, hasta que venga y os enseñe justicia" Fíjate en los elementos de un verdadero avivamiento; hacer incapié en una vida recta; demostrar misericordia los unos a los otros; reconocer nuestra actitud relajada y arrogante ante el pecado; clamar a Dios con una oración profunda y persistente que diga; "...Danos vida de nuevo. Haz que tu pueblo se sienta feliz de ser tuyo".    

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