Tercero, debes compartir tu sueño con entusiasmo. Pablo sabía como hacerlo: "...Vosotros...os solidarizasteis conmigo...lo que busco son los beneficios que vosotros recibiréis un día" Haz que la gente se motive pensando en las recompensas; preséntales tu visión , pero desde su perspectiva. Se cuenta que en cierta ocasión una persona no conseguía meter a una ternera en su establo. Estaba a punto de darse por vencido cuando una criada se acercó a la ternera, le metió el dedo en la boca, y el animal asociando esa sensación con el cuidado maternal de la vaca, siguió a la joven hasta el establo. Empujar y pinchar a la gente no funciona. Pero si les ayudas a visualizar cómo se van a beneficiar personalmente, estarán más dispuestos a seguirte. La gente hace las cosas por sus motivos personales, no por los tuyos. Y por general los motivos estás relacionados con sus emociones.
No tengas temor de mostrar tus emociones. La gente acepta a la persona antes de aceptar su visión. Es posible que puedas comunicar tu visión en unos minuros, pero tardarás mucho más en convencerles de dónde está tu corazón; para ello hay que ser paciente. Aunque estés lleno de entusiasmo , tendrás que adaptar tu paso a los demás, que pudiera ser más lento. Si te adelantas demasiado, perderás la capacidad de influirlos. Se cree que tenemos que oir una idea al menos siete veces antes de hacerla nuestra. El diez por ciento de los humanos son pioneros, esperar a los pobbladores y dejar atrás a los antagonistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario