miércoles, 5 de agosto de 2015

La idea del Alfarero

                                                  En las épocas de bonanza es fácil ver que estamos progresando, pero en las difíciles tendemos  a pensar que estamos estancados. Reaccionamos ante el dolor, la pérdida y la adversidad consultando con nuestros sentimientos y no con la fidelidad de Dios. Debes saber que en todo momento estás seguro en las manos de Dios. "Como el barro en manos del alfarero, así sois vosotros en mis manos..." Eres una obra inacabada y lo que importa no son ni tus circunstancias ni tus sentimientos, sino el compromiso del alfarero para concluir lo que ha empezado. "...El que comenzó en vosotros la buena obra  la perfeccionará hasta el día de Jesucristo" .
                                                  Dos cosas que recordar mientras das vuelta en el torno del Alfarero: 1) El Alfarero tiene derecho a moldearte como mejor le parezca. Nada le podrá impedir hacer de ti lo que se ha propuesto. Es experto en transformar un poco de masa de arcilla en objetos de valor y utilidad; ¿Acaso no tiene potestad el alfarero sobre el barro para hacer de la misma masa un vaso para honra... y otro...? Lo único que tienes que hacer es quedarte en el torno y dejar que Dios haga lo que desee hacer contigo. 2) El Alfarero tiene un plan personalizado para cada masa. Es el Alfarero, y no la arcilla, quien determina el producto final, al igual que el Espíritu Santo dispone tu lugar  y función. Por ello, ¡descubre el plan del Alfarero y sométete a Él. 

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