martes, 4 de agosto de 2015

Quedate en el "torno"

                                                Mientras estás en el "torno" del Alfarero considera estas dos cosas: 1) Lo que cuenta es el plan del Alfarero y que este sea de su agrado. Él tiene derecho a hacer de ti lo que le plazca. Lo importante es que el plan para tu vida sea cumplido y sea de Su agrado. ¿Te imaginas a un alfarero pidiendo opinión a la masa sobre lo que le gustaría ser? No,. Sólo él tiene el conocimiento para tomar una decisión. Asó que en lugar de debatirte con la voluntad de Dios, alégrate de que: "...Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer ...por su buena voluntad". 2) El Alfarero no va a parar hasta que concluya la obra. Sería mucho más fácil para Dios si fuéramos masas inanimadas. Pero somos arcilla animada por el libre albedrío y queremos esto o aquello, ¡ya!. Sin embargo en lugar de ceder ante nuestros caprichos  o de abandonar el proyecto, el Alfarero sigue moldeándonos día tras día hasta que empezamos a cobrar esa forma que Él puede usar para Su gloria. A veces esto demanda una acción tajante de su parte: "Pero la vasija que estaba formando no resultó como él esperaba, así que la aplastó y comenzó de nuevo" Dios tiene tal compromiso con su Plan para tu vida que no va a abandonar aunque eso signifique que tengas que ser aplastado y haya que volver a empezar el proceso. Por lo tanto, sé paciente y quédate en el torno; lo que Dios tiene en mente merece la pena.      

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