viernes, 8 de enero de 2021

Cañas y Pábilos

                            Cañas: Pocas cosas son más frágiles que una caña cascada . En los tiempos de Jesús, los niños jugaban en la ribera de los rios y se hacian flautas con ellas, vaciándolas y perforando agujeros. Pero una vez usadas, las rompían y tiraban. A lo mejor tu fuiste alguien que en  su día llegó muy alto y tuvo una fe firme, con las raices en el rio. Pero ahora te escondes entre los arbustos, y estás "cascado" por palabras  hirientes, por  la traición de tu cónyuge, por tus propios fracasos o por las demandas de una religión legalista. Pábilos: Nada está mas a punto de extinguirse que un pábilo humeante. Cuando se acababa el aceite en las lámparas antiguas y el pábilo era muy pequeño, se le apagaba, se quitaba porque ya no servía y se ponía otro nuevo. ¿Brillaste alguna vez con fe, alumbrando el camino a los demás, hasta que el viento helado de las críticas,la falta de perdón y el juicio te dejaron en la oscuridad?.

                                ¿Qué tienen en común las personas a continuación?: Una mujer temblando en medio de un grupo de hombres llenos de furia, dispuestos a apedrearla. Una casa rodeada de gente y unos hombres llevando a un paralítico en camilla; sus amigos no se dieron por vencidos hasta que lo llevaron a Jesucristo. Un ciego clamando a Jesús que lo sanara y los discípulos mandándole callar. Todos ellos eran cañas casacadas y pábilos humeantes que Jesús no despreció. El mundo cree que sabe lo que tiene que hacer contigo: romperte y despreciarte. Pero Jesús es diferente: "No les causará más daño a los que estén heridos, ni acabara de matar a los que estén agonizando..." No importa lo lejos de Dios que te sientas hoy, Su  gracia todavía te puede alcanzar. Ven: Él te tratará con cariño y te restaurará.  

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