domingo, 17 de enero de 2021

Me encontré con el maestro cara a cara

                                              Nos dice la Biblia: "...El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad; y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre" Conocer al Señor Jesús personalmente es amarlo, amarlo es servirlo y servirlo es vivir una vida realizada y llena de gozo. Un autor anónimo escribió lo siguiente acerca de Jesús. Si lo conoces como tu Señor y Salvador, te identificarás con sus palabras. Si no, es nuestra oración que quieras aceptarlo hoy como tu Señor y Salvador.

                                              "Llevé una vida fácil, dirigida por los placeres y las comodidades, hasta que un día, en un lugar tranquilo, me encontré con el Maestro cara a cara.Mis metas habían sido la posición y las riquezas, ocupándome mucho de mi cuerpo y nada de mi alma. Estaba en medio de esa carrera frenética de la vida cuando  me encontré con el Maestro cara a cara. Lo encontré, lo conocí, y me sonrojé cuando ví que sus ojos tristes estaban fijos en los mios. Vacilé y luego caí a sus pies en ese día, mientras mis castillos de arena se desvanecían.Todo lo mio se derritió y desapareció, y en su lugar no vi otra  cosa que el rostro del Maestro. Entonces clamé: 'Oh llévame contigo, para seguir los pasos de tus pies heridos.' Ahora me preocupo por las almas de los hombres; He perdido mi vida para volver a ganarla, desde aquel hermoso día en que en un lugar tranquilo, me encontré con el Maestro cara a cara.

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