Cuando un soldado fue llamado como prisionero al campo de concentración de Auschwitz, había estado escribiendo un libro acerca de 'el sentido de la vida'. Pero le despojaron de sus ropas y se las llevaron, incluso el manuscrito que había escondido en el forro del abrigo, lo que le hizo cuestionarse si de verdad la vida tenía sentido. Poco después sucedió algo: los nazis le dieron los harapos de un preso que había sido mandado a una cámara de gas y encontró en el bolsillo un papel que contenía una oración judía: "Oye Israel,. El Señor nuestro Dios. el Señor uno es. Amarás al Señor tu Dios con todo t u corazón , con toda tu alma y con todas tus fuerzas" ¿Cómo interpretar la casualidad? se preguntó:La única manera es vivir mis pensamientos, en lugar de simplemente plasmarlos en un papel.
Posteriormente escribió: 'Nada en este mundo te ayuda mas a sobrevivir que el saber que tu vida tiene un propósito. Quien tiene una razón para sobrevivir puede soportar cualquier adversidad. Charles Dickens era cojo;también Handel, Homero era ciego. Platón era jorobado; Sir Walter Scolt era paralítico. Y Pablo pasó casi todo su ministerio (excepto siete años) en la cárcel. ¿Qué les infundió a estas personas el valor para superar todas esas circunstancias? ¡El propósito! Cada uno de ellos tenía un anhelo y vivía impulsado por un fuego interior que no podía ser extinguido. Su razón de ser era mayor que cualquier circunstancia adversa. ¿Y la tuya?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario