sábado, 12 de agosto de 2023

Palabra de lo alto (6)

             El octavo mandamiento dice: "No hurtarás".  Piensa que extraño les habría parecido este mandamiento a los israelitas. En una sociedad nómada como la suya, el robo y el saqueo eran aceptados, y hasta esperados. Sin embago Dios dijo: 'Se acabó'. Robar distorsiona vuestro orden de prioridades, hace que los bienes sean mas importantes que las personas. Viola los derechos de los demás con el mensaje yo soy mas importante que tú-Así que a partir de ahora quiero que seáis rigurosamente honrados en todos vuestros asuntos.

            Pero también hay otro tipo de robo, uno al que muchos cristianos no le dan la mayor importrancia- La Biblia dice: "¿Robará el hombre a Dios? Pues vosootros me habéis robado. Y aún me preguntas: ¿En qué te hemos robado?. En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos soís, porque vosotros la nación toda me habéis robado- Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa. robadme ahora en esto dice el Señór de los ejércitos, a ver si no os abro las ventanas de los cielos y derramo sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador y no os destrruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril....Todas las naciones os dirán bienaventurados, porque seréis tierra deseable.

            Cuando robas a Dios, acabas robándote a tí mismo.¿Robándome el qué? pensarás. Pues bien, 1) La bendición de Dios en tu vida. 2) Su protección cuando las cosas se pongan difíciles. 3) El privilegio de compartir Su bondad con la gente que te rodea. ¿De verdad, merece la pena robar? Piénsalo. 

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