sábado, 28 de abril de 2012

Porque estamos aquí

 Mientras conducía por el tránsito de la Navidad, luchando contra la llovizna
constante, vi por casualidad a una niña, de 4 años. Estaba mojada, tenía frío y
temblaba,sus ropas eran harapientas, su pelo enmarañado y además parecía
que tenía fiebre. La niña caminaba entre los autos en el semáforo para lavar
las luces  del frente, pues era muy pequeña como para lavar los parabrisas,
Algunos le regalaban monedas, otros tocaban la bocina para que se alejara de
sus vehículos.
Mientras me alejaba de allí, siendo cincuenta céntimos más pobre, sentí rabia
hacia Dios, por la injusticia del mundo que permitía una situación como aquella
"Dios, ¿Como puedes quedarte ahí sin hacer nada?"
Aquella misma noche, Dios me habló con esa voz queda y apacible y me respondió
no con la misma rabia que tenía yo, sino con ternura: " Si, he hecho algo, te hice
a ti ".

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