lunes, 8 de agosto de 2016

No desperdicies tu vida lamentándote

                                                    ¿Vives lamentando el tiempo desperdiciado, las oportunidades desaprovechadas, los pecados cometidos y las relaciones que arruinaste? Lamentarse es perder el tiempo a menos de que te aporte sabiduría y te impulse a actuar mejor en el futuro. Mientras respires, habrá una "próxima vez".La Biblia describe a Dios así: "Grande es su fidelidad; sus misericordias son nuevas cada mañana". Entonces, ¿qué debes hacer con los remordimientos? 1) Recapacita. Haz un alto y evalúa las acciones pensamientos y emociones que te llevaron a hacer lo que hiciste. Haz una lista de tus errores con toda sinceridad. Reconócelos; no se soluciona nada con excusas. Cuando Adán se vio cara a cara con su pecado, se escondió entre los arbustos. Cuando David se vio frente al suyo, admitió ser culpable ante Dios. Sigue el ejemplo de David. 2) Arrepiéntete. La Biblia dice que "la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento" Cuando te veas atrapado en una espiral de pecado constante no te vale hacer una oración superficial. El pecado le hace daño a Dios, a ti y a los demás. Si uno se arrepiente es para aborrecer el pecado y tomar la decisión de renunciar a él y dejarlo. 3)Vuelve a intentarlo. Uno de los temas principales de la Biblia es la "resurrección". Eso significa que puedes volver a levantarte. Dios dice en Su Palabra: "No recordéis el pasado, no penséis en lo de antes. Pues voy a hacer algo nuevo". Es un nuevo día con una nueva oportunidad para recomponer tu vida y proceder a cosas mayores. No la desaproveches mirando atrás y lamentándote.   

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