lunes, 22 de marzo de 2021

Es necesario rendir cuentas (2)

                                Nada ilustra mejor nuestra naturaleza egocéntrica que esta frase: "...Cada cual hacía lo que bien le parecía". La filosofía de esa gente era: 'No me digas lo que tengo que hacer'. El problema con esta filosofóa es que te deja sin equilibrio de poderes y te expone a la fuerza dominante de la carne. Todos podemos tener adición a algo. El primer paso para  vencer esas adiciones es reconocerlas. Tal vez "...el pecado que nos asedia..." sea una debilidad por la comida, o el sexo, el dinero, las drogas, el alcohol, la popularidad, el poder, la obsesión del trabajo o relaciones que no nos convienen. Cuando eres tentado por esas cosas, vas a capitular mucho más fácil si estás solo y actúas en secreto."Porque si caen, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del que está solo! Cuando caiga no habrá otro que lo levante". 

                                 Cuando "se enciende la lucecita", deberías ponerte en contacto de inmediato con tu equipo de apoyo y compartirles tus luchas. No dejes que la oscuridad de la situación te abrume. "Porque si caen, el uno levcantará a su compañero..." El orgullo que te hace ocultar las debilidades hará que siempre sigas siendo débil. La clave para romper ese círculo vicioso está en la humildad de reconocer el problema y buscar ayuda. Dios nos ha bendecido con personas maduras y compasivas que se hacen cargo de los conflictos humanos y nos ayudan a superarlos. Somos parte de la iglesia de Cristo, y si " un miembro padece,todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan" Dios mandó a Moisés: "Escoge tú de entre todo el pueblo a hombres virtuosos, temerosos de Dios...Así se aliviará tu carga, pues ellos la llevarán contigo" ¡Acepta la ayuda que Dios te da!  

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