Debes marcar algunos hitos espirituales en tu vida para recordar las ocasiones en que Dios acudió en tu ayuda. Alguien dijo: "No es que seamos lentos para aprender, es que somos muy rápidos para olvidar" En efecto, olvidamos muy pronto las cosas o nos adjudicamos triunfos que no nos corresponden. Cuando Dios dividió el rio Jordán para que su pueblo lo pasara en seco, Él sabía algo que ellos desconocian: que al otro lado se enfrentarían a grandes obstáculos y barreras incluida la ciudad de Jericó. Por eso necesitaban "recordatorios". Dios les pidió que tomaran doce piedras del lecho del Jordán y construyeran un monumento, a fin de que ellos y sus descendientes pudieran rememorar la fidelidad de Dios. Samuel hizo lo m ismo cuando Israel derrotó a los filisteos. Tomó una piedra, la llamó Ebenezer, que significa: "...Hasta aquí nos ayudó el Señor...".
Antes de dejarte dominar por el desánimo, las dudas o la derrota, párate a recordar lo que Dios ha hecho "hasta aquí". Por ejemplo, el momento en que conociste a Jesús, o las veces que te ha guiado, o las puertas que te ha abierto, las cuales pensabas que se habían cerrado para siempre, o los apuros de los que te ha sacado. Guarda memoria de esas cosas y piensa en ellas a menudo. Eso te ayudará a recordar la bondad de Dios cuando lo necesites, te llenará de gratitud por las berndiciones pasadas y te dará seguridad para enfrentar lo que te depare el futuro. "Por esto consideraré en mi corazón, y por esto esperré: Que por la miseriucordia del Señor no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias; nuevas son cada mañana. ¡Grande es tu fidelidad!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario