A lo mejor te dices a tí mismo alguna vez: 'Me enfado tanto cuando no se escucha mi opinión. ¿Qué hacer para que se me escuche y se entienda lo que quiero decir?' A menos de que forme parte de un debate organizado, discutir con alguien que no está dispuersto a escuchar es inútil, y una pérdida de tiempo. Presenta tu punto de vista con claridad y firmerza, pero no te pongas a la defensiva ni te vuelvas peleón si no se acepta; lo único que conseguirás con discutir siempre es perjudicartre y dañar la relación con los demás.No dejes que nadie te meta en peleas ni discusiones vanas; muérdete la lengua y trata de recordar estas palabras sabias: "La respuesta suave aplaca la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor. La lengua de los sabios adorna la sabiduría, pero la boca de los necios dice sandeces".
Una de las conversaciones probablemente más frustrantes de la historia apareció en la revista Teatro de las Artes. Uno de los suscriptores quería anunciar un acontecimiento de su comunidad y llamó a información telefónica para obtener el número de la publicación. La telefonista le anunció con voz cansina: 'Perdone, pero no hay nadie en la guia que se llame Teodoro de las Artes'. El suscriptor insistió: 'No es una persona, es una revista Quiero la revista Teatro de las Artes'. La telefonista respondió, esta vez con un tono más alto: Ya le he dicho que no encuentro a ningún Teodoro de las Artes en esta ciudad'. El interlocutor ya se estaba hartando. 'Usted se confunde; la palabra es teatro: T-E-A-T-R-O'. La operadora respondió con la misma certeza en su voz: '¡Pero no es así como se escribe Teodoro!. Discutir, ¡qué pérdida de tiempo!
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