lunes, 20 de febrero de 2023

El Maestro (1)

                        Jesús dijo que el Espíritu Santo era el maestro por antonomasia. Aquí verás por qué:

                        1) Porque entablará un diálogo contigo. Cuando estés lo suficientemente interesado como para hacer preguntas, habrá comenzado el proceso de aprendizaje. Tus preguntas no le molestan a Dios si salen de un corazón sediento. Jesús dijo: "Pedid y se os dará; buscad y hallaréis..." Está bien ser inquisitivo; Dios no quiere que seas pasivo y aceptes todo lo que te venga en la vida. Él desea que le preguntes para obtener claridad y dirección.

                          2) Porque quiere enseñarte como vivir. Eso significa asistir a clase todos los días y no de vez en cuando. Y también escuchar con atención, tomar apuntes y leer lo que te manden.Significa confiar en que el Maestro sabe de qué está hablando y estar seguro de que el conocimiento que estás adquiriendo te preparará para ir y tener éxito en la vida. Tal vez no te parezca que vale mucho lo que te dice un profesor ahora mismo, o que pienses que nada tiene que ver contigo personalmente. Quizás sólo te interese aprobar el examen, graduarte y largarte de ahí. Aprobar exámenes no demuestra más que tienes una buena memoria, no que hayas aprendido algo. La meta de un buen profesor es formar en tí: a) una sed de conocimiento; b) una capacidad de buscar y entender cosas cuando él ya no esté ahí; c) la disposición de poner en práctica lo que hayas aprendido. Dirás: '¿Cómo puedo saber que estoy aprendiendo de verdad?'. Juan te responde: "...Permaneced en Él, tal y como Él os enseñó" .

No hay comentarios:

Publicar un comentario