viernes, 28 de abril de 2023

El peligro de ir en busca del poder

                     La primera mentira de Satanás a Adán y Eva fue un llamado directo al ego que todos llevamos dentro: "....Seréis como Dios..." La astuta y vieja serpiente descorrió la cortina al salón del trono del cielo, mostró a nuestros primeros padres un destello de poder y gloria y ellos quedaron prendados. ¡ Y desde entonces seguimos prendados! Si has estado alguna vez en compañia de gente que trata de escalar  socialmente o que menciona todos los contactos que tiene, ta habrás dado cuenta de que la naturaleza humana no ha cambiado mucho. Sigue existiendo el "a ver quién puede más". Y puesto que ciertas formas te llevan adonde tu dinero no puede, es hasta posible asistir a clase de "protocolo en la mesa del poder" y aprender cosas como no entregarle nunca tu plato al camarero y jamás agacharse para recoger un cubierto que se te haya caído. De hecho, una regla crucial es no agacharse por nada. Ni siquiera para satisfacer las necesidades de alguien,reconocer tus errores o dar a quienes no te lo pueden devolver.

                      La búsqueda del poder te lleva a creer que eres mejor que los demás y te impider servirlos; hace que sea susceptible a los cumplidos, que resistas a los consejos sinceros y que acabes aislado y sin rendirle cuentas a nadie. Esa actitud se manifiesta a diario en detalles como no elogiar a quienes estám por debajo de tí para que "no se olviden de cual es su lugar", renuinciar a ser amable y educado con tu compañero a fin de no perder tu arma mas poderosa, el control y anteponer la ambición personal a la dignidad y mantenerte distante pata castigar y manipular a alguien. Estas estrategias de poder están pensadas para que consigas lo que quieres a expensas de otros. Pero la Biblia advierte: "El orgullo del hombre lo humillará, pero el del espíritu humilde obtendrá honores".

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