miércoles, 20 de junio de 2012

Sigue intentándolo

                    Se cuenta que al volver a casa una tarde y descubrir, que la cocina  que
horas antes había limpiado y dejado impecable, ahora era un caos total. Mi hija
pequeña había estado "cocinando" y los ingredientes, junto con los recipientes y los
utensilios de cocina, estaban por todas las superficies disponibles y por el suelo. Al
ver eso me disgusté. Un poquito más tarde, me encontré en medio del desorden una
nota encima de la mesa, con huellas de chocolate y una escritura torpe. El mensaje
era corto: "Te estoy haciendo un pastel, mamá". Y la firmaba "tu ángel". En medio de
aquel caos y a pesar de mi irritación, de repente una alegría suave y pura, inundó mi
corazón. Dejé de centrarme en el problema y a pensar en esa niña a la que amaba.
Pude reconocer a mi hija en esa nota y me agrade en ella. Sus intenciones habían sido
buenas; ahora yo era capaz de disfrutar del trabajo de sus manos en una situación que
parecía desastrosa a primera vista.
                     Dios nos dice: " si no sabes hacerlo bien, no lo hagas" A Él le agrada
cuando te esfuerzas, te equivocas, aprendes de los errores y maduras. Por ello ¡sigue intentándolo!  

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