miércoles, 15 de octubre de 2014

"Echa sobre el Señor tu carga..."

                                                   Primero, debes aprender a llevar tu propia carga. Segundo, debes ser capaz de ayudar a los débiles a llevar la suya. Tercero, debes de entregar tu carga al Señor. Parece sencillo, pero no lo es, porque: 1) Si eres egocéntrico, solamente pensarás en tus propios deseos, necesidades y planes. 2) Si eres emprendedor y decidido, te costará ser lo bastante humilde para ponerte de rodillas y decir: 'Señor te necesito, antes de emprender nada quiero saber que Tú estás conmigo', 3) Si eres autosuficiente, esperarás hasta que no puedas más con tanta carga y luego mandarás un SOS al cielo diciendo 'Señor ¿donde estás? y El te responderá 'Estoy aquí, preguntándome cuando ibas a empezar a confiar y apoyarte en mí, y a recibir de mis fuerzas'.
                                                    La clave del éxito en el Reino de Dios es ésta: trabajar como si todo dependiera de ti y orar como si todo dependiera de Dios. Martín Lutero dijo: "He tenido muchas cosas en mis manos y las he perdido todas; pero todo lo que coloqué en las manos de Dios todavía lo poseo". Si fuera necesario, Dios permitirá que te caigas de bruces para obligarte a ponerte de rodillas y pedir su ayuda. Si eres sabio. no esperarás a que esto ocurra.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario