martes, 10 de febrero de 2015

J A C O B

                                                  Jacob no tuvo buenos comienzos. Y si hablamos de su ética laboral, se puede decir que "tenia más caras que un saco de monedas". Primero engañó a su hermano mayor, Esaú, después a su suegro Labán. Hasta que una noche el Ángel del Señor se le apareció en su tienda y Jacob combatió contra él hasta el amanecer. A la salida del Sol el Ángel le dijo: "Suéltame que ya está por amanecer" pero Jacob respondió: "No te soltaré hasta que me bendigas". En ese momento el Ángel le anunció que ya no seria llamado por su nombre antiguo, Jacob, que significa "impostor" sino por su nuevo nombre, Israel, que significa "príncipe con Dios" .
                                                   Hasta ese momento Jacob pensaba que hacer dinero le daría la felicidad, pero no sucedió así, de hecho,casi le costó su familia. ¿Te suena? Pero después de pelear con Dios recibió un nuevo nombre, una nueva naturaleza. un nuevo caminar y un nuevo futuro. ¿No es eso lo que tú también deseas? Pues bien, ¡lo puedes tener!La Biblia dice: "...Si alguno está en Cristo nueva criatura es ; las cosas viejas pasaron, todas son hechas nuevas".  Jacob era autodidacta
y se había creado una vida para sí mismo; el problema era que no la estaba disfrutando. No sabía que había nacido para un propósito mucho mayor que simplemente "adquirir" cosas. Solo en la presencia de Dios descubrió esa verdad. Su historia se puede resumir así: Jacob era el que era. Quería ser como Esaú. pero Israel. "príncipe con Dios" era la persona que Dios hizo. Y el Señor puede hacer lo mismo contigo si se lo permites. 

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