Una de las mejores definiciones de lo que significa amar viene de la pluma del apóstol Pablo: "No importa lo que diga , lo que crea ni lo que haga; sin amor,me falta todo. El amor nunca se rinde.El amor se preocupa más de los demás que de sí mismo. El amor no desea lo que no puede tener. El amor no se vanagloria, no presume, no impone su voluntad en los demás, no es egocéntrico, no se irrita, no guarda una lista de pecados ajenos, no se alegra cuando otros son humillados. El amor se agrada cuando triunfa la verdad, todo lo tolera, siempre confía en Dios, siempre busca el lado bueno de la gente,nunca tiene pesares y persiste hasta el final. El amor nunca muere"
Alberto llevaba cincuenta años casado con Teresa. Una noche en la cama ella le dijo: "Cuando eramos jóvenes solías darme la mano". Un poco irritado él le estiró la mano con cautela. "Cuando éramos jóvenes te acurrucabas a mi lado" siguió Teresa. Aún más despacio, el cuerpo de Alberto se movió crujiendo y se arrimó a su esposa. "Cuando éramos jóvenes te gustaba morderme la oreja", susurró ella. Súbitamente él retiró las mantas y saltó de la cama. Ella le preguntó perpleja: '¿Adónde vas?' 'A ponerme los dientes' refunfuñó él. Morder amorosamente la oreja de tu amado cuando estás invadido de romanticismo y de hormonas ardientes es una cosa. Mordisquear esa misma oreja muchos más alis después, cuando ella lleva un audífono, cuando el perfume en el aire es de Viks VaporUp y cuando tienes que levantarte para ponerte los dientes,¡ eso es amor !.
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