lunes, 12 de septiembre de 2016

Unidos por el compromiso de amor

                                                     Se cuenta de una ceremonia de boda donde el oficiante preguntó al novio: '¿Tomas a esta mujer por esposa, en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza,en la salud y la enfermedad?'. Y el novio respondió: 'Sí, No,' 'Sí, No','Sí No'. Todos queremos lo bueno, la riqueza y la salud del matrimonio, pero no es así como funciona la relación. En algunas ceremonias de boda modernas  los novios se comprometen a estar juntos "mientras dure el amor". Esperemos que los dos conozcan un buen abogado experto en divorcios, porque lo van a necesitar. La realidad es que las relaciones basadas en sentimientos no duran; la única verdadera estabilidad del matrimonio viene de un compromiso firme que mantiene a la pareja unida cuando las emociones fluctúan sin control.
                                                    ¿Puedes imaginarte a un padre o madre diciendo a su hijo 'Te cuidaré mientras te ame'? No. Pues bien, una expresión sentimentaloide de amor tampoco es una promesa firme para el futuro del matrimonio. Piénsalo así: Las emociones son como el vagón de cola de un tren, pero el compromiso es la máquina que tira de la relación a través de todos los altibajos del diario vivir. Salomón lo confirma: "Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarían" Y una cosa más. Uno de los grandes temas de la Biblia es la resurrección. Eso significa que aunque tu amor parezca estar muerto, Dios puede revivirlo si los dos estáis dispuestos a dejarle trabajar en vuestros corazones.       

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