jueves, 17 de diciembre de 2020

Deja de juzgar a los demás

                              Siempre es mucho más fácil "mirar el toro desde la barrera" y criticar a los que están haciendo algo que involucrarte y ayudar. La Biblia nos amonesta a que no critiquemos ni condenemos a nadie, ni a que hagamos comparaciones. Cuando juzgas lo que alguién hace de buena fe, entras en un terreno peligroso con Dios: "¿Tú quién eres que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pié..."Puesto que tú no eres su "Señor".  tendrás que demostrar sabiduría y dominio propio. No te levantes en juicio contra aquellos cuyas opiniones difieren de las tuyas. Así dice Pablo al respecto: "Tú pues, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, porque menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo..."

                              Cuando te adjudicas el papel de juez y te pones a analizar, escudriñar y categorizar a alguno de los hijos de Dios, suceden cuatro cosas: 1) Haces que su Padre se moleste. 2) Revelas tu ego y tu inseguridad 3)Estás estableciendoel baremo por el que tú mismo serás juzgado. 4) Ahuyentarás a las personas. Si tienes fama de ser crítico, la gente te evitará como a la plaga. Saben que si criticas a  otros, también harás lo mimsmo con ellos. La Biblia dice: "...Esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación". Siempre se puede mejorar. Si lo dudas, considera a los discípulos que escogió Jesús y a quienes confió luego una gran responsabilidad. Después mírate al espejo.   

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