Si quieres disfrutar de la bendición de Dios de manera nueva y diferente, prepárate para dejar la comodidad. Cuando Jesús llamó a sus discípulos, éstos se encontraban en su ambiente, haciendo lo que sabían hacer: pescar. Pero no podían quedarse ahí y seguir a Jesús. Y tú tampoco. Nos dice la Biblia: "Andando junto al Mar de Galilea, vió a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red...porque eran pescadores. Jesús les dijo: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. Y dejando al instante sus redes, lo siguieron" Fíjate que tuvieron que dejar la seguridad de lo que les era familiar para poder realizar su destino. Y si piensas que eres demasiado mayor para empezar algo nuevo, Abraham tenía setenta y cinco años cuando dejó la comodidad de su casa y se fue para establecer una nueva nación. No se trata de edad, sino de fe.
Tienes que entender que si obedeces a Dios y das un paso adelante, Él te revelará la siguiente verdad que quiere que sepas acerca de Él; por eso no puedes quedarte donde estás. Todos tendemos a aferrarnos a lo conocido. El problema es que si no estás siendo desafiado, empezarás a encogerte, te harás autocomplaciente, creerás que puedes resolver las cosas a tu manera y dejarás de crecer. Y ése es un lugar muy peligroso en el que no debes estar. Si sientes inquietud en tu corazón en este día y crees que Dios tiene algo más para tí, es hora de confrontar tus temores, vencerlos y lanzarte a una nueva experiencia con Él.
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