domingo, 3 de octubre de 2021

Dedícate a lo que Dios te ha llamado

                    Nadie es bueno en todo, ni nadie tiene el llamado de hacerlo todo. Dios nos ha dado a cada uno papeles determinados en la vida. Pablo entendió que su función no era tratar de abarcar todo ni de agradar a todo el mundo; el apóstol se fijó como meta dedicarse a lo que Dios le había llamado y para lo cual le había equipado. Nuestro propósito debe ser operar "...dentro de la medida de la esfera que Dios nos señaló como límite..." Según la definición del éxito de Dios, sólo podrás triunfar haciendo eso. Satanás intentará robarte el gozo de servir,haciendo que te compares con otros o que te conformes a sus expectativas. ¡No caigas en la trampa! Siempre vas a encontrar a alguien que parece estar haciendo las cosas mejor que tú, y eso puede desalentarte. O por el contrario, verás a personas con menos éxito que tú y te volverás engreído. Ninguno de los dos casos te conviene.

                   "Presta mucha atención a tu propio trabajo, porque entonces obtendrás la satisfacción de haber hecho bien tu labor y no tendrás que compararte con nadie" Siempre habrá personas que no entiendan el papel que Dios te ha adjudicado, o que no estén de acuerdo con el mismo. No importa, no dejes que eso te obstruya en el camino. "Sé un buen obrero, alguien que no tiene de qué avergonzarse..." "Debes enseñar estas cosas y alentar a creyentes a que las hagan. Tienes autoridad para corregirlos cuando sea necesario, así que no permitas que nadie ignore lo que dices".El autor del famoso libro cristiano  El progreso del Peregrino, escribió: Si mi vida es infructuosa, no importa quien me alabe, Y si es fructuosa, no importa quien me critique". Por lo tanto, ¡dedícate a lo que Dios te ha llamado!. 

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