viernes, 8 de octubre de 2021

Él es quien importa, no tú

          Tras  marcar un gol para su equipo de fútbol, el orgulloso delantero se puso a bailar y a golpearse el pecho como diciendo: 'Miradme, soy el mejor'. Pero muy pronto el otro equipo se apoderó del balón y en un abrir y cerrar de ojos el oponente marcó un gol en la porteria contraria. Si embargo, esta vez el goleador pronunció un rápido: 'Gracias Señor' y se volvió rápidamente para celebrarlo con sus compañeros. Hablemos de otro jugador bíblico, Nehemías el copero del rey. Cuando oyó que los muros de Jerusalén estaban derribados, dejó a un lado sus propias dificultades y se dedicó a solventar los problemas de la nación. Este hombre estaba tan angustiado  por el estado lamentable de la ciudad donde estaban enterrados sus antepasados que la Biblia nos dice: "..Me senté y lloré, hice duelo por algunos días, ayuné y oré delante del Dios de los cielos". Se acordó de sus raices y le recordó a Dios el pacto con su pueblo, orando mas o menos así: 'Yo sé quien eres y también quienes somos nosotros. Tu pueblo te ha rechazado, pero ahora nos hemos arrepentido y pedimos que des éxito a nuestra empresa.'  Dios honró la oración de Nehemias, y los muros de Jerusalén fueron reconstruidos en cincuenta y dos días, haciendo que las naciones enemigas que los rodeaban "...se sintieran humillados, pues reconocieron que ese trabajo se había hecho con la ayuda de nuestro Dios" Cuando Dios busca a un líder, Él sabe  en qué clase hombre o mujer puede confiar. Sabe que un líder que es capaz de trabajar en equipo puede convertir la debilidad en fortaleza, los obstáculos en oportunidades y el desastre en victoria. A lo mejor tú no te ves a tí mismo como un líder, pero los demás te observan continuamente . La pregunta que debes hacerte es: ¿Saben tus seguidores a quien sigues tú? ¿Y saben  que quien importa  es Él y no tú? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario