viernes, 5 de agosto de 2022

Crecimiento postraumático (3)

          Una de las típicas historias de adversidad en la Biblia es la de José. En el comienzo de  su vida es el hijo favorito, envidiado por sus hermanos, con sueños de ser algo importante ante quien todo el mundo tendría que hacer reverencia. Pero más tarde lo secuestran.sus hermanos y termina sirviendo como esclavo en la casa dePotifar.Pierde su hogar su cultura, su seguridad y su condición de hijo favorito. ¿Qué le queda a José? Esta en una cama extraña, en una casa extraña, en una tierra extraña, sin amigos, sion expectativas y sin ninguna explicación. Sin embargo, tiene un don,uno que marca la diferencia: "...El Señor estaba con José....""...Que ocurre cuando pierdes todo menos a Dios y te das cuenta de que Dios es suficiente? ¡Experimentas Su presencia como nunca antes!

          Pablo escribe: "¿Quién podrá separarme del amor de Jesucristo?...Ni los problemas, ni los sufrimientos, ni las dificultades, Tampoco podrán hacerlo el hambre ni el frio, ni los peligros ni la muerte. En medio de todos nuestros problemas....Jesucristo, quién nos amó, nos dará la victoria total" Dios no dispuso situaciones que agradasen a José, pero se encargó de que las situaciones produjeran un José que agradase a Dios. Del mismo modo que un diamante se forma a partir de carbono bajo toneladas y toneladas de presión, el carácter de Cristo se forma en ti mediante circunstancias adversas. Entonces, la pregunta es: ¿Aguantarás o te vendrás abajo? Cuando Pablo pensaba que ya no podía más, Dios le dijo: "...Te basta con mi gracia..." ¿Y sabes qué? A tí también te basta con Su gracia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario