martes, 23 de agosto de 2022

Enfrentarse a los peores miedos en oración

               La próxima vez que bebas de la copa  de la Santa Cena en la iglesia, párate y acuérdate de lo que significa la copa de la que Jesús bebió en Getsemani la noche anterior a ser crucificado. Puedes beber de la copa seguro, porque Él ya bebió de ella angustiado. La víspera de su muerte oró; "Mi alma está muy triste, hasta la muerte...Padre todas las cosas son posibles para tí.Aparta de mi esta copa, pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú" Fíjate en las palabras "muy triste hasta la muerte" Si crees que tu pecado no tiene importancia, quizás esas palabras te hagan cambiar de parecer. Cristo bebió de la copa de la ira de Dios para que tú pidieras beber de la copa de la gracia de Dios.

               Aunque no hubiera pecado en Jesús, Él probó los pecados  tanto de los pecadores más refinados como de los mas repugnantes. Nunca había sentido la furia de Dios; ni la merecía. Nunca se había sentido aislado de Su Padre porque los dos habían sido uno desde el principio de los tiempos. Nunca había experimentado la muerte física, porque era un ser inmortal. Sin embargo unas horas después Dios desataría Su ira comtra el pecado en Su Hijo perfecto y sin pecado. Y como hombre, Jesús tenía miedo, un miedo espantoso. Su reacción ante ese miedo nos enseña qué hacer con el nuestro: oró seria y persistentemente. Les dijo a sus seguidores: "...Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro" Jesús se enfrentó a sus temores mas profundos orando con todo su corazón, y los venció. Con oración, tú también puedes vencer los tuyos.

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