jueves, 15 de diciembre de 2022

Deja de condenarte

                  Deja de mortificarte porque todavía estás luchando en ciertas áreas. Cuando se trata de algún aspecto de tu vida que necesita mejorar, preocúpate por él, pero no te obsesiones. Siempre habrá algo en lo que trabajar, así que aprende a separara "quién" eres de lo que haces. Tu identidad en Cristo es algo inmutable: "...Ninguna condenación  hay para los que están en Cristo Jesús..." Puesto que Dios te ha aceptado "en Cristo" siempre eres aceptable para Él y siempre tendrás acceso a Él.Tu identidad no depende de tu comportamiento. Tu identidad determina tu salvación; tu comportamiento determina tu recompensa futura en el Cielo. Dios no te condena, sino que eres tú quien lo hace.

                   Dios te dará el convencimiento de ciertos pecados, te limpiará cuando te arrepientas; pero nunca te condenará. Ése es el trabajo de Satanás, aunque tú también ayudas;pero nunca Dios. "¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros". Cada vez que fallas, Cristo, tu abogado,ofrece Su sangre expiatoria para cubir tu pecado; por eso Dios te considera "aceptado". Deja de compararte con otros; tu eres tú y nadie más. ¡Todos somos iguales en Cristo! Asi que cuando alguiern te condene, proclama la Escritura: "He aquí que el Señor me ayudará: ¿quien podrá condenarme? He aqui que todos ellos se envejecerán como ropa de vestir, será comidos por la polilla". 

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