jueves, 26 de octubre de 2023

Bendita esperanza

                   La bendita esperanza de la resurrección no es como la lotería. que le toca a uno de entre millones. Tampoco son palabras bonitas que se ofrecen a quienes están de luto para consolarlos en su duelo. Es esperanza que  que parte de una certeza, Jesús dijo: "...Porque Yo vivo, vosotros también viviréis". Pablo lo explicó así: "...Pero todos deben ser resucitados en cierto orden. Primero fue Cristo y luego cuando Cristo regrese serán resucitados también los que pertenecen a Él". Pablo estaba escribiendo a los cristianos de Corinto, que habían sido educados en la filosofía griega de que había una vida sombría en el más allá. Alguien había tratado de convencerlos de que los cadáveres  no podían resucitar, ni los suyos ni el de Cristo, y el apóstol  no podía tolerar semejante mentira.

                   Por eso recapitula los hechos de la resurrección de Cristo con la genialidad de un buen abogado defensor   cuando expone sus alegatos finales ante el juez: "...(Jesús) después de tres días....Primero se le apareció a Pedro, y después a los doce apóstoles. Luego....a más de quinientos....a Santiago.... a todos los apóstoles....Por último a mí...". ¿Un puñado? No, ¡cientos! Y no vieron simplemente a un fantasma ni sintieron una sensación. Muchas veces en los epitafios de las sepulturas figuran frases como "Vivirá siempre en nuestros corazones". Eso no era lo que decían los seguidores de Jesús puesto que lo vieron en "carne y hueso". Y si has depositado tu confianza en Cristo como tu Salvador también . Lo verás en persona un día. Al morir tu espíritu se irá para estar con Él en el aire. "y así estaremos siempre con  el Señor". Maravilloso, ¡absolutamente maravilloso!.  

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