martes, 31 de octubre de 2023

¿ Estás floreciendo? (2)

                    Dentro de ti se libra una batalla entre el "yo" que florece (la persona que Dios creó) y el "yo" que languidece. Seguro que te preguntas: '¿ Y eso que es ?' . Tu yo "languideciente" se siente incómodo y descontento, te arrastra a malas costumbres, como ver la televisión indiscriminadamente, beber más de la cuenta, hacer mal uso del sexo, despilfarrar; en definitiva, cosas ideadas para paliar el dolor por un momento. Tus pensamientos se inclinan automáticamente hacia el miedo y la rabia; tienes la sensación de que no vale la pena aprender; piensas en ti la mayor parte del tiempo.

                   Florecer (desarrollarse, progresar y prosperar) se produce: 1) En el espíritu. Sientes que comienzas a recibir ideas y energía de una fuente externa. Y así es, puesto que el Espíritu de Dios es el que te está capacitando. Hablamos de recibir inspiración , que significa "recibir el soplo de Dios". Dios ha soplado Su aliento en ti ,cobras vida y sientes que tienes un propósito. 2) En tu mente. La alegría y la paz definen tus pensamientos. Tienes el deseo de amar y de aprender. Te estás trasformando "por medio de la renovación de (tu) entendimiento". 3) En su tiempo. Te despiertas cada día con entusiasmo y te das cuenta de que nunca se es demasiado joven para florecer. Mozart ya componía su extraordinaria música a los cinco años. Pablo le dijo a Timoteo: " Que nadie te menosprecie por ser joven..." . También te das cuenta  de que nunca se es demasiado mayor para florecer. Una señora (apodada la abuela Moses") tenía sesenta y nueve años cuando comenzó a pintar y el artista Marc Chagall creó algunas de sus mejores obras  pasados los noventa años. Está bien ser modesto y reconocer que no podrás serlo todo, pero sólo florecerás cuando aceptes tus limitaciones e intentes desarrollar al máximo la persona que Dios quiso que fueras cuando te creó.

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