jueves, 27 de junio de 2024

Míralos bien otra vez (2)

                              Pablo deja claro que hay cualidades que todavía no hemos descubierto o discernido en las personas que nos rodean. La mayoría de nuestras conclusiones se basan en información limitada y a menudo imperfecta. Dios vio cualidades en David que su propia familia desconocía. Para ellos era simplemente un pastorcillo. De hecho, cuando apareció en el frente de batalla y se ofreció para luchar contra Goliat, su hermano mayor Eliab le pidió que se volviera a casa y que se ocupara de sus tareas. Pero unas horas mas tarde David mató a Goliat y su nombre se hizo famosos en Israel. Los hermanos de José se ofendieron por el sueño que Dios le había dado y por gozar del favor de su padre. No obstante, llegó a ser primer ministro de Egipto y acabó cuidando de toda su familia durante una época de hambruna.

                               Lo que se puede aprender de todo esto es que debemos de tener cuidado con como tratamos a las personas que nos irritan. Aprendamos a pasar por alto las apariencias. ¿Te acuerdas de Rut, una campesina que recogía cebada y que acabó convirtiéndose en la esposa del jefe? Quizá un día alguien así te firme la nómina , así que bendícela y trátala bien . Y aprende a ver más allá de la distracción de la belleza. Acuérdate de Ester y del necio Amán , quien menospreció a la hermosa muchacha que se sentaba al rey. Ella sabía algo que él desconocía: tenía acceso divino a la información  que salvaría a su pueblo y ocasionaría el final de Amán. Sólo fue cuestión de tiempo. Conclusión. Nunca sabes plenamente lo que sucede en la mente de los demás, así que no te apresures a desecharlos. Míralos bien otra vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario