viernes, 1 de marzo de 2013

Antes de aventurarte

                                                                      Un profesor de tercer grado recibió este divertidísimo ensayo sobre Benjamin Franklin; "Ben Franklin nació en Boston, pero no le gustaba el lugar, por lo que viajó a Philadelphia. Des pues de bajarse del barco, camino calle arriba y compró una barra de pan, Entonces conoció a una mujer, y - ¡descubrió la electricidad!". Nos reímos, pero como un consejero matrimonial comentó: "La sociedad ha hecho del romanticismo la base del matrimonio. Ahora bien, no hay nada malo con el romanticismo; es una fuerza muy potente que conduce a la gente hacia el matrimonio. Pero se ha convertido en el factor primario. El romanticismo es extremadamente condicionado por la apariencia física.El amor romántico excita y seduce, lo que a menudo implica poca profundidad en este tipo de relaciones. Y al ser tan intensas las emociones, la gente no se da cuenta de en qué se está metiendo, hasta que ya es demasiado tarde. Un día miras al otro lado de la cama y ves que ella todavía no se ha despertado. Tiene la boca abierta y el pelo le cubre la cara, o peor, ella se despierta primero, mira al otro lado de la cama, y ¡en tu caso no hay pelo que te cubra nada! ¡ Ahí es cuando el romanticismo 'cae en picado' "!
                                                                        El matrimonio es lo que creáis después de la boda. No sucede así por que sí. Tenéis que construirlo a base de amabilidad,paciencia,apoyo, y debe ser realzado por el dar y no por el recibir. Por otro lado, unos esposos que ponen a Dios en el centro de su relación, pueden ampliarla hacia algo que "deja por los suelos" lo que la sociedad define como romanticismo.               

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