lunes, 8 de febrero de 2016

"Los hijos son un regalo del Señor"

                                                              Tus hijos deben esperar ciertas cosas tales como: 1)Tu tiempo- No los minutos que te sobran al final del día, sino momentos especiales dedicados a ellos. Si tu vida está marcada por horarios apretados y actividades de las que tus hijos no forman parte, haz algo al respecto, de lo contrario, muy pronto llegará el día en que tú no estés incluido en sus actividades. Ver la televisión juntos durante tres horas no cuenta, hay que estar "emocionalmente presentes". A veces eso significa dejar que sean testigos de tus temores y de tus inseguridades, así como lo son de tu alegría que ellos te dan y de tu amor por ellos. 2) Transparencia. Hay mucho que nuestros hijos nos pueden enseñar acerca de si mismos, de nosotros y de quien es Dios. Cuando nos demos cuenta de que no tenemos todas las respuestas, dejaremos que Dios nos hable a través de nuestros hijos. Esta receptividad refuerza tu fe, les ayuda a seguir siendo enseñables  y a ti a seguir siendo joven de espíritu.
                                                                 3) Orden. Es vital, sobre todo durante los años formativos
poner reglas y fijar límites. Los niños necesitan unas normas y un marco para sentirse seguros. Cuando son pequeños eso incluye como una hora fija de acostarse, la cual se retrasará con la edad . Hacer esto les hará ver que a más edad, mayor responsabilidad, que no pueden tenerlo todo de golpe  porque la libertad conlleva responsabilidad, y que no están listos para manejarla como ellos creen estarlo. No intentes ser el mejor amigo de tus hijos.Ni busques que ellos satisfagan tus necesidades emocionales, pues no están preparados todavía para llevar esa carga. Ten confianza en Dios y en tu identidad como padre. Busca ayuda externa de personas con buenos principios. En definitiva, procura
ser ese padre( o madre) firme y co0mprensivo que tu hijo necesita.         

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