¿Te parece una montaña el problema que estás enfrentando?Jesús dijo... "Cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas". Jesús nos da aquí tres claves para que nuestras oraciones tengan respuesta: 1) Sigue proclamando la Palabra de Dios sobre tu problema. "...Mi palabra...no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié".
2) Sigue alimentando la fe y "matando de hambre" a las dudas. "Todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá" 3) Sigue perdonando. "Y cuando estéis orando perdonad, si tenéis algo contra alguno...".La montaña de tu vida no se va a mover si albergas falta de perdón. La disposición de Dios a perdonar tus ofensas depende de tu disposición a perdonar a los que te han ofendido. Pregúntate: ¿Merece la pena acarrear esta amargura? Alguien comentó: "Cuando perdonas, no puedes cambiar en absoluto el pasado, pero cambiarás el futuro". Ya sea que pienses que tu ofensa merece ser perdonada, o creas que es imperdonable, perdona,por tu propio bien--y la montaña se moverá--.
No hay comentarios:
Publicar un comentario