lunes, 30 de diciembre de 2019

Hagamos cuentas (1)

                                         Nuestras almas no están sedientas de fama, comodidad, riqueza o poder. Esas cosas crean más problemas de los que resuelven. Nuestras almas están sedientas de significado. Queremos que nuestras vidas cuenten. El salmista escribe: "Los días de nuestra edad son setenta años. Si en los más robustos son ochenta...." .Ochenta años es poco más o menos de 30.000 días. Piénsalo en términos financieros: Con 30.000 euros te compras un buen automóvil o das la entrada para una casa. No es mucho dinero en realidad--ni tampoco mucho tiempo. Ninguno de nosotros sabe cuántos días nos quedan, aunque sí sabemos cuántos se nos han concedido hasta ahora. Si hubieras de sumarlos, ¡qué has conseguido en tu vida, desde una perspectiva eterna?.
                                           Job dijo: "Mis días corren más veloces que la lanzadera del tejedor..." . Alguien comenta: " Los adolescentes cuentan el número de amigos que tienen, los colegios por los que han pasado. Los universitarios cuentan las notas de los exámenes...cuantas cervezas pueden beber...los adultos miden el éxito por el número de dormitorios de sus casas, o de automóviles en el garaje...o por el rendimiento de sus inversiones...Casi todos cometen errores...o bien piensan que tienen mucho tiempo y que pueden perderlo o que tienen muy poco y por lo tanto no pueden hacer nada significativo, así que ni siquiera lo intentan. Nuestros días son todo0s  como maletas del mismo tamaño, pero en las que unos meten muchas cosas más que otros. "El que sueña despierto es un imprudente" Contar tus días significa ofrecérselos a Dios y buscar su dirección para tu vida".

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