Examinemos de nuevo la Historia de David y Goliat y aprendamos las siguientes lecciones:
1) Debes confrontar lo que te está amenzando: Despues de escuchar las amenazas de Goliat durante cuarenta dias, sucedió algo: el enemigo se hizo más fuerte, y el pueblo de Dios se volvió más débil. Si insistes en evitar o esquivar algo, a eso le das poder..
2) Debes recordar lo que has aprendido. David se acordó de la victoria que el Señor le dio sobre el león y sobre el oso cuando era pastor de ovejas. Eso debes hacer tu también. Escucha "...Esto considero en mi corazón, y por esto esperaré; Que por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias, nuevas son cada mañana. ¡Grande es tu fidelidad!. ¡Echa un vistazo a tu pasado!
3) Utiliza la espada del enemigo y úsala contra él mismo. Escucha: Entonces...David...tomó su espada...y le cortó con ella la cabeza. Cuando los filisteos vieron muerto a su paladín, huyeron" Debes estar dispuesto a luchar con el mismo grado de identidad que tu enemigo. Has de aprender de él, y depués tienes que aplicar lo aprendido para atacarlo en su punto débil. Y nunca des por hecho de que ha muerto, cuando no está más que aturdido. Si no "le cortas la cabeza", volverá furtivamente otro día. Que tu meta sea una solución permanente, y no un apaño a corto plazo. Fortalécete en oración , renueva tu mente leyendo la Biblia, y procura recibir el apoyo que está disponible en la familia de Dios. Sobre todo recuerda que tu fuerza no está en tímismo, sino en el Señor. Con Él a tu lado no puedes perder.
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