Es muy fácil decir:"Sé ejemplo", pero ¿en qué ámbitos? En los próximos días consideraremos algunos:"Sé ejemplo...en palabra..." Leamos lo que Pablo le dice a Timoteo antes de esto: "Que nadie te tenga en poco..." . Cuando hablas, tu credibilidad está en entredicho. En palabras de Salomón: "¿Has visto un hombre ligero de palabra? Pues más puede esperarse de un necio que de él" El problema con las palabras es que cuando se pronuncian, éstas repercuten de forma positiva o negativa --y no te puedes volver atrás. Podrás excusarte, pero quizás tengas que volver a ganarte la credibilidad con la persona en cuestión, o con aquellos de quien hablaste. Aquí está la prueba de fuego y de cómo debes de cuidar tus palabras: "¡Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de tí Señor...."
Alguien escribió: "Una palabra descuidada puede encender la contienda; una palabra cruel puede destruir una vida. Una palabra con gracia puede aliviar el camino; una palabra alegre puede alegrar el día. Una palabra a tiempo puede disminuir la tensión, una palabra amorosa puede sanar y bendecir." Haz que las palabras que pronuncies en este día sirvan para reforzar la fe de quienes batallan con la duda y el temor. Que sean reconfortantes, porque hay muchas personas con heridas muy profundas. Que sean de aliento, porque muchos están abrumados por la crítica y el desánimo. Que sean tranquilizadoras, porque Dios ha prometido bendecirte si eres un pacificador. Que ayuden a formar el carácter; con ello dejarás a las personas en mejor estado de como las encontraste.
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