miércoles, 30 de noviembre de 2022

Preocupación y ansiedad (2)

                      Jesús dijo: "Dejad de estar continuamente preocupados y angustiados por vuestra vida..." Ahora bien, no es que el Señor te esté condenando por tener una preeocupación genuina acerca de tus responsabilidades; lo que condena es que tengas  una mentalidad que le deja a Él fuera, o que acude a Él sólo como último recurso. La ansiedad destructiva borra a Dios del futuro, se enfrenta a la incertidumbre sin fe,calcula cuáles van a ser los retos de hoy y de mañana y se olvida de incluir las promesas de Dios y su fidelidad. Jesús les dijo a sus discípulos: "...No se preocupen por la vida diaria si tendrán suficiente..." Notemos la expresión "tener suficiente". Eso es lo que nos angustia ¿verdad? Miedo a la escasez, la enfermedad, los despidos laborales y los reversos económicos.

                       Los discípulos sintieron esa clase de preocupación cuando  se vieron obligados a alimentar a cinco mil personas. Felipe se echó cuentas rápidamente: "Ni con el salario de ocho meses podríamos comprar suficiente pan para darle un pedazo a cada uno..." ¿Cómo crees que se sintió Jesús en ese momento? Junto a ellos estaba la solución a sus problemas, pero no acudieron a Él hasta que no se encontraron  en un callejón sin salida y sin ninguna solución. En las manos de los apóstoles, cinco panes y dos peces no les parecía nada. Pero en las manos de Jesús fueron más que suficientes para alimentar a las multitudes y resolver el problema. A medida que se multiplicaba el pan, seguro que llegaron a un punto que dijeron: 'Señor, ¿por qué dudamos de tí?' Deja que tus problemas te lleven a los brazos de Jesús. Y cuando llegues, ¡permanece ahí!.

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