miércoles, 2 de noviembre de 2022

¿Te sientes inseguro? (2)

             ¿Te avergüenzas de tus comienzos, como Jeremías? El profeta comienza su libro enumerando la gente buena y mala de su entorno. ¿Sabes una cosa? Todos venimos con una carga genética nada perfecta. Todos somos una especie de mezcla. ¿Qué hacer entonces con todo ese trasfondo? Aprende de los que actuaron mal e imita a los que actuaron bien. Descubre el propósito para el que Dios te puso en la Tierra y cúmplelo. Mantén la antorcha encendida y bien brillante y luego pásasela al siguiente corredor. Esfuérzate por terminar bien y oír el "Bien, buen siervo y fiel" de Dios. ¡ Y cuida lo que dices! Tus palabras no sólo influyen en los demás, sino que también te infuyen a ti.

                Cuando Jeremías le alegó a Dios que no tenía la edad adecuada, Dios le contestó: ¡No digas eso!. Cuando se quejó porque no era un gran orador, Dios replicó: ¡Tampoco digas eso!. Cuando vió lo grande que era la oposición, le temblaron las rodillas, pero Dios le animó: "....¡Prepárate! Ve y diles todo lo que yo te ordene. No temas ante ellos, pues de lo contrario yo haré que si les temas. Hoy te he puesto como ciudad fortificada, como columna de hierro y muro de bronce, contra todo el pais, contra los reyes de Judá, contra sus autoridades y sus sacerdotes, y contra la gente del país. Pelearán contra ti, pero no te podrán vencer, porque yo estoy contigo para librarte'afirma el Señor". Y Dios prometió estar no solamente con Jeremías, sino que ha prometido estar también contigo.  

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