Cuando no entiendes lo que está pasando en tu vida, fíjate en lo que sabes con certeza; por ejemplo, que Dios es bueno siempre, y que "....(el) amor del Señor nuestro es eterno....para aquellos que lo honran....". Dios no es caprichoso; no te bendice un día y te maldice al siguiente, porque "...Sus misericordias....nuevas son cada mañana". Hay cosas que Él decide revelarnos y otras secretos que nos oculta por nuestro bien. Una escritora comenta: "Si Dios guarda un secreto es para nuestro beneficio y de los demás....Por ejemplo no va por ahí culpándote, acusándote ni publicando tus pecados, debilidades, incredulidad, carnalidad, egoísmo o soberbia.
Cuando suceden ciertas cosas, Dios sabe el por qué. Las cosas secretas pertenecen al Señor. Y cuando nos revela algo es porque quiere que caminemos en esa verdad por fe. Por ejemplo, vemos Su carácter y Su voluntad expresados en la Palabra...para que vivamos por fe sabiendo que Él es bueno, justo, bondadoso, generoso, misericordioso, fiel, gentil y paciente. Y Su misión es salvar, sanar, redimir, restaurar, santificar y bendecir. Las cosas reveladas son para nosotros. Cuando no entendemos los motivos....hay algo que sabemos con toda seguridad: la Palabra de Dios es más cierta que nuestras circunstancias o experiencias....El hecho de que Él lo sepa todo acerca de nosotros no implica que nos lo vaya a comunicar. También confiamos en que aunque las cosas no marchen bien, Dios sigue siendo bueno. Él es el que da, no el que quita....el que bendice y no maldice....No importa lo que ocurra o deje de ocurrir; pase lo que pase, ¡al final siempre ganamos! .
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