La vida se vive en estaciones, y para ser fructífero, debes saber la estación en la que te encuentras y sacarle el máximo provecho. Quizás te preguntes: '¿Cómo voy a saber cuando acaba cada etapa?. Lo sabrás, porque la gracia que acompañaba a dicha época desaparecerá y lo que una vez era gratificante, comenzará a ser poco satisfactorio. La Biblia dice que la persona exitosa es como un árbol plantado junto a corrientes de agua "que, cuando llega su tiempo da su fruto".¡Sólo puedes dar fruto en tu tiempo! Es cuando tienen lugar la bendición y el éxito. Estos no se dan por capricho; tienen que suceder en el tiempo señalado. Al árbol no le resulta difícil producir lo que tiene almacenado en la debida estación.
Hay frutos dentro de ti que se producirán cuando sepas en que etapa te encuentras, aunque hay unas normas para cada una: 1) Primavera: La etapa de aprendizaje y disciplina; es cuando empiezas a ver el propósito de Dios para tu vida y te preparas para ello. 2) Verano: para madurar lo que comenzó en la primavera. Las semillas que sembraste y cuidaste ahora crecerán y se multiplicarán. 3)Otoño: cuando ya no tienes la pasión de la juventud pero si la tranquilidad y la estabilidad de un veterano. Si eres sabio, ahora es cuando trabajas de forma más eficiente, y con menos esfuerzo. Es un tiempo de transición y preparación para la llegada del invierno. 4) Invierno: cuando evalúas tus logros, disfrutas de las recompensas, transmites tus consejos y reconoces lo que ha hecho bien. Has luchado la buena batalla, mantenido la fe y acabado la carrera. Si la vives bien, ¡cada estación puede ser la mejor!.
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