Alguien cuenta que una vez le preguntó a una camarera: Si pudiedas pedirle a Dios cualquier cosa, qué sería ?. Ella respondió al instante: ' Quiero sentirme en paz ' . Con lágrimas en los ojos le habló de pérdidas dolorosas que habían hecho de su vida un torbellino de emociones. Igual que esta joven hay muchos otros que quieren alcanzar ls paz interior sin tener una relación con Jesús, 3l Principe de Paz. La buscan de modos que no dan resultado, como con ejercicio físico cuidando de su apariencia, persiguienso la seguridad económica, la fama, el status social o las relaciones, y hasta la buscan en el alcohol y las drogas. Pero nada de eso puede aquietar el corazón y la mente; solo una relación personal con Jesús lo logrará. Antes de conocerlo a Él somos esclavos del pecado y vivimos en rebelión con Dios. Además nos separan de Él todos nuestros pecados, por eso vivimos con sentimientos de agobio y culpa, agobio y vergúenza.
Aún así Dios nos ha brindado un remedio: "...Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros", eliminando el pecado, la culpa y la vergúenza y poniendo así fin a nuestra separación de Él. Cuando depositamos nuestra confianza en Cristo como nuestro Salvador, Él cumple su promesa de que estando "...justificados... por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo" Si has puesto tu confianza en Dios reflexiona: " No os inquietéis por nada; mas bien en toda ocasión...presentad vuestras peticiones a Dios y dadle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús".
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