Escribe el apóstol Pablo: "...Perseguía sobremanera a la iglesia de Dios y la asolaba..." Está claro que en los planes de Pablo no entraba el hacerse cristiano. Como buen judio que era, estaba obsesionado con la ley. Como intelectual, podía debatir asuntos de la misma con las mentes mas preparadas del momento. Era culto y elocuente y se aferraba a los principios de la ley. ¡Pero odiaba a los cristianos!. Él fue testigo de la muerte de Esteban, el primer mártir, cuando era apedreado. Y aunque no participó personalmente en el asesinato, guardó las ropas de los que lo hacían. A Pablo jamás le pasó por la mente que un día cambiaría de bando. Pero cuando Dios tiene un plan para tu vida, hará lo que sea necesario para que se cumpla. Cuando el Señor pone el anzuelo tu boca, ya ha empezado a desatar sus propósitos en ti. Cuando Pablo guardaba las ropas de los verdugos de Esteban, Dios ya se había propuesto usarlo.
Dios también tenía planes para ti, cuando pasabas la vida divirtiéndote, siguiendo tus propios intereses, yendo de relación en relación o buscando sólo enriquecerte. Nada de eso le detuvo a Dios, porque "..cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia" . Si Pablo hubiera sabido que Dios se iba a encontrar con él en el Camino de Damasco, seguro que habría elegido otra ruta. Pero: "...lo rodeó un resplandor de luz del cielo, y cayendo en tierra, oyó una voz...." .Este fariseo orgulloso que tenía una cita con Dios que no estaba en su agenda, una que le tiró del caballo. Y para que te sometas a su voluntad, Dios hará lo imposible contigo ¡Estás advertido! Dios no va a dejar que tu testarudez se interponga en los propósitos que Él tiene para tu vida.
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