martes, 14 de septiembre de 2021

La sección de "Objetos perdidos" (2)

                  La siguiente parábola fue respecto a una moneda de plata perdida. " ¿O qué mujer tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, barre la casa y busca con diligencia hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reune a sus amigas y vecinas, y les dice: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido". Es natural que la moneda, un objeto inanimado, no supiera que estaba perdida ni le preocupara la situación. Hagamos dos observaciones: 

                 1) La persona que se suponía debía de cuidar de ella la perdió.

                 2) Se perdió, a pesar de estar dentro de la casa. Esta es una imagen de quienes ocupan los bancos de las iglesias domingo tras domingo confiados en que su trrasformación personal les va a salvar, o su afiliación a una iglesia determinada, o los contactos de su familia o incluso sus buenas obras.

                 ¿Qué hizo la mujer? Encendió una lámpara, limpió la casa a fondo y la buscó hasta encontrarla. Así es toda predicación basada en la Biblia y centrada en Jesucristo. Todo lo que se interponga para impedir que la gente llegue a Cristo, debe ser eliminado.Hagamos brillar la lámpara de la Palabra de Dios. Prediquemos el único mensaje que puede salvar a los humanos de sus pecados. "...(El) evangelio...es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree..." Es muy probable que la mujer de la parábola tendría ropa que remendar, ganado que cuidar y agua que sacar del pozo. Pero todo eso pasó a segundo plano en su búsqueda de la moneda. Lo que se necesita en la iglesia hoy en día es la lápara para iluminar, la escoba para barrer y un compromiso que no cese hasta que los perdidos de la casa de Dios hayan sido hallados y salvados.

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