viernes, 25 de febrero de 2022

El precio de cumplir el llamado de Dios (3)

            Escucha con detenimiento lo que dice la gente a tu alrededor. Muchos se lamentan de haber desistido añós atrás en la persecucción de sus ideales: una carrera que abandonaron, una oportunidad perdida, una relación que dejaron apagar y  morir. Muchos años después, miran al pasado y cada vez tienen más pesares. Lamentablemente, para muchos es demasiado tarde; ese sueño ya no se puede alcanzar, por mucho que lo intenten. Para otros, todavía hay una esperanza, si bien el precio a pagar es mucho mayor. 

           Alguien expone lo siguiente en su libro Vive tu Sueño: "Perseguir un sueño es como escalar una montaña. Nunca llegaremos a la cima si vamos cargados con demasiado peso. Al entrar en cada nueva fase de la escalada, tenemos que decidir: ¿Aumentamos la carga, nos deshacemos de lo innecesario, cambiamos lo que tenemos por otras cosas o no seguimos subiendo? Muchos intentan llevar demasiadas cosas...sin embargo los triunfadores saben deshacerse de lo superfluo, o cambiar lo que llevan por aquello que les va a ayudar a alcanzar nuevas alturas....Siempre hay que pagar un precio por la consecución de los ideales, y a menos que estés dispuesto a seguir pagándolo, no avanzarás en el camino. Cuanto más ato quieras subir, más cosas tendrás que sacrificar. Cuanto mayor es el precio, mayor será también la satisfacción de haber realizado tus sueños". 

            Alguien dijo que una tarea sin visión no es más que un fastidio; una visión sin tarea no es más que una fantasía; pero una tarea con visión es el sendero que conduce a los triunfos y a la victoria.

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