lunes, 7 de febrero de 2022

La avaricia (3)

                    A ver si reconoces el siguiente patrón. Como esclavos en Egipto, los israelitas oraban: ¡Señor, sácanos de aquí! Y Dios los escuchó. Mas tarde en el desierto,camino de la Tierra Prometida, dijeron: Señor, vamos a morir aquí. Estábamos mejor en Egipto. Al menos allí teníamos toda la comida que queríamos. Entonces Dios les mandó pan del cielo y se lo dejó caer en la puerta. El maná era una dieta tan perfecta que "...no hubo en sus tribus enfermo" ¿Les hizo feliz ese alimento? ¡No! se volvieron a quejar: 'Estamos hartos de esta comida, queremos carne'. Entonces Moisés les dijo: "...El Señor os dará carne, y tendréis que comérosla... hasta que os salga por las narices y os provoque náuseas".

                     La avaricia enoja a Dios porque tiene su origen en el orgullo, que piensa 'merezco algo mejor', y en la ingratitud, que dice quiero algo diferente a las bendiciones que me has dado.' Hay un dicho en inglés: "Ten cuidado con lo que deseas, porque tal vez lo consigas" En el caso de los israelitas, puesto que creyereon que otras cosas les iban a satisfacer de la manera que Dios no podía, "...Él les dio lo que pidieron; más envió flaqueza en sus almas". Con Dios pocas cosas te bastarán Sin Él, tus riquezas y tus triunfos te dejarán vacío. ¿Qué estás codiciando? ¿En qué gastas tu vida? ¿Qué le estás pidiendo continuamente a Dios? Lo único esencial es tenerlo a Él. Las cosas materiales nunca podrán ocupar su lugar. Da un paso y haz lo que sea necesario para llegar a ese punto donde el deseo primordial de tu vida sea: 'Señor, solo quiero más de Tí'.  

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