Es posible que estés pensando: "Hago mucho por los demás; me gustaría que lo apreciaran siquiera un poco." Pero parece que nadie agradece nada, y por lo tanto sientes que no te valoran y que no dan importancia a lo que haces. Una palabra sencilla, pero con un significado muy profundo: "Gracias" ¿Hace mucho que nadie te la ha dicho? Si es así, recuerda lo siguiente: aunque la gente no te lo agradezca, tu Padre Celestial aprecia todo lo que haces y también quién eres. A lo mejor nadie reconoce tu labor, sin embargo esta no quedará sin recompensa. Dios te ha colocado exactamente donde te necesita, y estás cumpliendo sus propósitos a diario. Cuando captes eso, te sentirás gozoso y realizado en lo que haces. Dios es el motivo de tus obras-las personas no son más que las beneficiarias.
No dejes que la actitud de alguien determine la magnitud de tu gozo. Aunque la gente no lo perciba, Dios si lo hace. Él te observa a diario y sabe cada detalle de tu vida. "...Dios no es injusto como para olvidarse de vuestra obra y del amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido, y sirviendo aún, a los santos". Y Pablo añade: "...Todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús...." Entonces, ¡hazlo todo por Él! Repite esta oración: "Señor, todo lo que hago es por ti. Sé que Tú me valoras; ¡no tengo más que mirar todas las bendiciones que me has dado! Por ello te adoro y te honro en este día con mis pensamientos, mis palabras y mis hechos. En el Nombre de Jesús Amén"
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